domingo, 5 de enero de 2020

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

Seamos testigos del Espíritu Santo en nuestra vidas

Respondemos :

Cómo podemos ser testigos del espíritu Santo en nuestras vidas?

Qué necesidades hay en nuestra comunidad?

¿Quiénes son los responsables de satisfacer esas necesidades?

¿Sería una actitud adulta esperar que solamente otros se responsabilicen de dar
solución a las necesidades de la comunidad?

En la comunidad hay muchas familias conscientes de la responsabilidad frente a los
diferentes problemas ¿cómo se manifiesta esa conciencia?

¿Se es conscientes de esa responsabilidad? Calificarse del 1 al 10 tomando en cuenta
las diferentes razones que se manifiestan.
Se comparten las respuestas en plenario.



Cantamos Cristo te necesita para Amar



Cristo te necesita para amar, para amar
Cristo te necesita para amar
Cristo te necesita para amar, para amar
Cristo te necesita para amar

No te importen las razas ni elcolor de la piel
Ama a todos como hermanos y haz el bien
No te importen las razas ni elcolor de la piel
Ama a todos como hermanos y haz el bien

Al que sufre y al triste dale amor, dale amor
Al humilde y al pobre dale amor
Al que sufre y al triste dale amor, dale amor
Al humilde y al pobre dale amor

Al que vive a tu lado dale amor, dale amor
Al que viene de lejos dale amor
Al que vive a tu lado dale amor, dale amor
Al que viene de lejos dale amor

Al que habla otra lengua dale amor, dale amor
Al que piensa distinto dale amor
Al que habla otra lengua dale amor, dale amor
Al que piensa distinto dale amor




El espíritu de Dios está aquí


Dispongamosnos a vivir el sacramento de la confirmación



Para responder a las exigencias del sacramento de la Confirmación, como familia
se debe:

Estar siempre al servicio de la vida a través del testimonio concreto, reflexionando sobre
el valor y el sentido de la vida, y con el compromiso por ayudar a que la vida de cada
quien sea respetada y más digna.

Atender a las necesidades de los demás, de acuerdo a las posibilidades, pero siempre
con generosidad, en particular a los niños, los ancianos, los discapacitados y los
excluidos.

Ayudar a que la familia sea respetada y apoyada en la sociedad.

Promover la solidaridad y la fraternidad concreta con las familias de inmigrantes,
desplazados de sus territorios, presidiarios, enfermos, etc., superando así las divisiones
y discriminaciones raciales, étnicas y culturales.

Haciendo en cada familia oración y obras de misericordia.

Sensibilizando cristianamente el ambiente en el que se vive y se encuentra diariamente.

Disponiéndose al diálogo con el alejado o con el no creyente, a través del testimonio de
una vida coherente, escuchando siempre en el interior la voz del Espíritu Santo.

Es entonces, en la familia, en donde todos deben aprender a vivir plenamente el
sacramento de la Confirmación, creciendo como personas "en la solidaridad y las
responsabilidades comunitarias" (CIC 2224).


CELEBREMOS
Nos ponemos de pie y leemos el pasaje del libro de los Hechos de los Apóstoles,
capítulo 18, versículos del 1 al 4.


Dejamos un momento de silencio para reflexionar cómo vivía la pareja formada por
Aquila y Priscila y pensamos en cómo vivimos nosotros nuestra fe.

Se coloca el brazo sobre el hombro de la pareja y en el  del hijo(a) y se
responde unidos, como familia, a las siguientes oraciones diciendo:

"Concédenos vivir en familia el sacramento de la Confirmación"
Escúchanos, Señor, con amor de Padre y, en la riqueza de tu Espíritu: danos sabiduría
para discernir los signos de los tiempos; el valor para amar y esperar; y la perseverancia
en la oración.
"Concédenos vivir en familia el sacramento de la Confirmación"
Oh, Padre bueno, que nos has redimido en tu Hijo y consagrado con tu Espíritu,
confírmanos en la fe para que, con coherencia de vida, demos testimonio de la verdad
que nos hace libres.
"Concédenos vivir en familia el sacramento de la Confirmación"
Oh, Dios misericordioso, que enriqueces la vida de tus fieles con la abundancia de los
dones del Espíritu, concédenos crecer espiritualmente, para vivir en paz contigo y con el
prójimo, y para contemplar la creación con mirada de amor.
"Concédenos vivir en familia el sacramento de la Confirmación".
Terminamos nuestra celebración cantando: Danos un corazón grande para amar.



Cantamos el espíritu de Dios está en este lugar .....

Espíritu de Dios

https://www.youtube.com/watch?v=58Lo41kxcYk

Nuestro hogar y los dones del Espíritu Santo



Los dones del espíritu Santo :


La sabiduría, da el gusto por las cosas divinas.

La inteligencia, ayuda a la familia a descubrir el designio de Dios sobre si y sobre cada
uno de sus miembros.

El consejo, ilumina a los padres de familia en las decisiones que se deben tomar para el
bien de todos, para vivir según el plan de Dios la paternidad y la maternidad
responsables, para la educación de los hijos, etc.

La fortaleza, ayuda a afrontar las inevitables pruebas de la vida, la cuales se convierten
en camino para ascender hacia la santidad.

La ciencia, ayuda a que Dios sea puesto siempre en primer lugar en la familia y se
valoren las cosas y los acontecimientos desde su perspectiva.

La piedad, conduce a la oración, a la unión con Dios y al amor hacia el prójimo.

El temor de Dios, ayuda a creer en su amor misericordioso.
Los siete dones del Espíritu Santo pertenecen en plenitud a Cristo y, en nosotros
completan y llevan a su perfección nuestra disposición habitual y firme por hacer el bien
y nos hacen dóciles a obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas (CIC 1831, 1833).



RESPONDEMOS:

QUÉ PODEMOS HACER PARA VIVIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRO HOGAR, CÓMO HIJOS Y CÓMO PADRES?

MANIFESTAMOS UN COMPROMISO.....


CELEBREMOS

Nos ponemos de pie para escuchar con atención la lectura del capítulo 11 del libro de
Isaías del versículo 1 al 9.

Reflexionamos....


A las siguientes peticiones respondemos diciendo:

"Ven, Espíritu Santo, y quédate con nosotros"

Espíritu de sabiduría y de entendimiento. "Ven, Espíritu Santo, y quédate con
nosotros"

Espíritu de consejo y de fortaleza. "Ven, Espíritu Santo, y quédate con nosotros"

Espíritu de ciencia y de piedad. "Ven, Espíritu Santo, y quédate con nosotros"

Espíritu del santo temor de Dios. "Ven, Espíritu Santo, y quédate con nosotros"


Que Dios colme nuestra fe de alegría y de paz.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en nuestro corazón.
Que el Espíritu Santo derrame en nosotros sus dones.
Amén.


Todos juntos cantamos "Espíritu de Dios ...."


Facilitadores del crecimiento de los hijos









“Sus hijos no son de ustedes. Son los hijos y las hijas del aliento de la Vida. Llegan a
través de ustedes, pero no son realmente suyos. Y aunque están con ustedes, no les
pertenecen. Podrán darles su amor, pero no sus pensamientos, porque sus hijos tienen
pensamientos propios.
Podrán albergar sus cuerpos, pero no sus almas, porque sus almas habitan en la casa
del mañana, que ustedes no pueden visitar, ni siquiera en sueños.
Podrán, cuando mucho, parecerse a ustedes; pero nunca traten de hacerlos semejantes
a lo que son ustedes. Porque la vida no retrocede, ni se estanca en el ayer.
Ustedes son los arcos para que sus hijos, flechas vivientes, se lancen al espacio.
Pero el Arquero es Dios y Él ve la marca en lo infinito; El es quien doblega las flechas,
con su poder, para que sus flechas lleguen veloces a la lejanía. Que el ser doblegados
en manos del Arquero sea nuestra alegría; porque aquel que ama a la flecha que vuela,
también ama al arco que no viaja".


Respondemos:

¿Qué es lo que más me llamó la atención en esa historia?
En mi relación para con mis hijos, ¿verdaderamente he sido el arco que los impulsa por
la vida?
En ocasiones, ¿me comporto como un cordón que los mantiene amarrados a mí y a mis
decisiones?
Cómo hijo  , Cómo me siento?

PENSEMOS
Los papás transmiten a sus hijos la vida que viene de Dios y, por lo tanto, deben
alimentar la vida que Dios les ha confiado y ayudar el proceso para que se conviertan en
personas (ver CIC 1251, 2221). Se debe mirar a los hijos, como a hijos de Dios y
respetarlos como a personas humanas (ver CIC 2222). Y, día tras día, hay que
reconocerse como los primeros y principales colaboradores de su proceso de
crecimiento integral (ver CIC 2223; GS 3).
Desde el ambiente del hogar, en un clima de amor, los hijos aprenden, junto a sus
papás, valores humanos y cristianos que son el fundamento para el camino de su vida
(ver CIC 2223).
El deber de educar a los hijos es de tanta trascendencia que, cuando los papás faltan o
desatienden su responsabilidad, difícilmente alguien puede suplirlos (ver CIC 222).
Tal vez, antes de continuar, sea necesario aclarar lo que abarca el término “educar":

Reflexionamos sobre lo que es educar: 

Respondemos:

¿Qué actitudes de mi vida debo modificar para apoyar realmente a mi hijo(a) en su
crecimiento integral como persona?

¿Qué actitudes de mi vida debo modificar para apoyar realmente a mis padres?



CELEBREMOS


Frente al grupo se coloca un cirio encendido.

Nos ponemos todos de pie.
Leemos del capítulo 30 del libro del Eclesiástico los versículos del 1 al 6.
Dejamos un momento de silencio para la reflexión interior.


Terminamos nuestra celebración cantando "Estoy pensando en Dios".

ESTOY PENSANDO EN DIOS.
Estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor.
Estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor.
Olvida el hombre a su Señor
y poco a poco se desvía,
y entre angustia y cobardía
va perdiéndose el amor.
Dios le habla como amigo,
huye el hombre de su voz.
Estoy pensando en Dios,...
Yo siento angustia cuando veo
que después de dos mil años,
y entre tantos desengaños,
pocos viven por amor.
Muchos hablan de esperanza,
más se alejan del Señor.
Estoy pensando en Dios,...
Todo podría ser mejor,
si mi pueblo procurase
caminar sin alejarse
del camino del Señor.
Pero el hombre no hace suyos
los senderos del amor.
Estoy pensando en Dios,...
Todo podría ser mejor
en fervor y en alegría,
fuesen las madres María
y los padres San José,
y sus hijos imitasen
a Jesús de Nazaret
Estoy pensando en Dios,..